lunes, 28 de enero de 2013

La llave del portal



Cuando invitas a alguien a tu casa a tomar café, por ejemplo, le recuerdas la dirección y a continuación, si estuvieras en Valencia, le dirías el número de tu puerta para que una vez delante del portal sepa cuál es tu timbre.


Fachada parisina
Aquí no es así, es una de las cosas que me llamaron la atención la primera vez que visité París. Y es que cuando llegas al portal te encuentras con un panel con una serie de números y letras (suele ser la A y la B) y debes saber tu code para poder entrar. Es decir, que no hay llave del portal. Así pues, cuando tus amigos vienen a tu casa han de marcar el código para subir hasta tu puerta (las puertas de las casas tampoco tienen número, qué locura para los carteros, no?).
Pulsa tu código y podrás entrar




Y para los que son tan despistados como yo, pues les aconsejo que apunten su code y el de sus amigos en una libreta o en la agenda del móvil porque es una faena llegar al portal y tener que llamar al propietario para que te recuerde el número.


Puertas sin número

Las combinaciones suelen ser una letra y cuatro dígitos numéricos, por ejemplo: A1789. Se enciende la lucecita verde y voilà ya estás dentro.



Les portes parisiennes sont différents. Vous devez connaître un code pour entrer

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